Pese a que ando desaparecido por culpa del proyecto que tenemos en marcha, no creáis que me olvido del blog. No puedo escribir todo lo que me gustaría pero poco a poco se irán normalizando las publicaciones. Tened un poco de paciencia y espero poder daros buenas noticias dentro de poco.
Hoy vuelvo con un post que tenía pendiente de publicación sobre un sitio que me pareció muy chulo y divertido, con un concepto muy innovador implementado por un grupo de emprendedores madrileños.
Ubicado en el barrio de Chamberí, WELKHOMEclub (Montesquinza nº 15 / www.welkhomeclub.com) ofrece una experiencia completamente diferente a la que estamos acostumbrados en los bares de copas.
Está diseñado para que nos sintamos cómodos en todo momento, con multitud de espacios diferenciados (sillones, mesas altas, un reservado, etc.) para que cada cual se ubique donde más le apetezca. Además la iluminación ayuda a que nuestra estancia sea muy agradable. Sin embargo, no es ninguna de estas cosas lo que lo hace realmente diferente.
En WELKHOMEclub somos los propios clientes los que podemos personalizar las copas con un sistema muy sencillo. El camarero nos asesora en función de nuestras preferencias, ofreciéndonos una amplia gama de destilados, todos ellos de gran calidad, nacionales e internacionales, muchos de los cuales jamás hemos oído hablar y todos escogidos cuidadosamente por los responsables.
Una vez hecha la elección nos traen las botellas, que son pesadas en una báscula delante de nosotros. Todas las mesas están aprovisionadas con copas y diferentes utensilios para poder disfrutar de nuestras bebidas, así que una vez que nos traen el hielo sólo queda elaborar las bebidas como queramos. Personalización 100%, puedes servirte la cantidad que quieras, con el número de hielos que consideres ideal y la mezcla que te guste.
Además cuentan con una mesa buffet con una amplia selección de botánicos, cítricos, especias y frutas de temporada para personalizar las copas, así como diferentes snacks dulces y salados para acompañar los tragos.
Esto permite que tomar las copas sea muy cómodo, no sólo porque cada uno la prepara como más le gusta, sino porque además, cada cual puede llevar el ritmo que desee y no tenemos que esperar para pedir en una barra abarrotada de gente o desesperarnos porque no acude nuestro camarero. La experiencia hace que se convierta prácticamente como estar en casa copeando con amigos, pero con mucho más ambientillo.
La forma de cobrarte es sencilla, el camarero volverá a pesar la botella y se pagará la diferencia, es decir, sólo aquello que hayas consumido.
Las diferentes botellas están clasificadas en 3 categorías, Bronze, Silver y Gold y los precios oscilan entre los 7 y los 13 euros por shot (medida de referencia que podemos encontrar en nuestras mesas).
Particularmente me llevo un grato recuerdo, no sólo por el trato, la experiencia y lo cómodo que estuve, es que además descubrí uno de los whiskys más deliciosos que he probado. Kilchoman Machir Bay (Islay single malt Scotch whisky), ahumado, espectacular. También probé otro japonés, completamente diferente y me quedé con ganas de tomar uno procedente de Taiwan, así que… ¡tendré que volver!
Os animo a visitarlo y que os dejéis asesorar por sus responsables, es posible que hagáis algún descubrimiento interesante y seguro que disfrutáis de la experiencia.
Espero que os haya gustado esta recomendación, ya me contaréis qué tal ha ido si pasáis por allí.
¡Muchas gracias por seguirme!
Un saludo y hasta la próxima.